Paul Gauguin en la Tate Modern de Londres

El museo Tate Modern de Londres revisa la obra de Paul Gauguin (1848-1903) en su gran exposición del otoño y resalta el papel del artista como creador de su propia leyenda negra y forjador de mitos.

La muestra arranca con una serie de autorretratos que resume el contexto y objetivo de la nueva revisión de un artista a través de su polémica trayectoria vital. En estos lienzos, Gauguin responde a las diferentes facetas de su vida como corredor de bolsa y cabeza de familia en París, como artista bohemio, trotamundos y amante de jovencitas exóticas. Todo ello contribuyó a su leyenda negra, basada en su carácter egoísta y pendenciero. Son autorretratos cargados de iconos visuales en los que se enfrenta a la posteridad. Y, según resalta Thomson, están más relacionados con la habilidad del artista para interpretar distintos papeles que con un ejercicio de introspección auto- analítica.

En ocasiones, Gauguin incorpora composiciones propias en el trasfondo de su imagen, como en ‘Autorretrato con Manao Tupapau’, fechado entre 1893 y 1894, en el que una muchacha de piel oscura descansa desnuda sobre la cama bajo la atenta mirada de un sombrío espíritu.