Viajes Londres: Locura por una boda

La locura por la boda real se apodera de la ciudad de Londres. Decenas de carpas se han levantado frente a la Abadía de Westminster, donde se casarán el viernes el príncipe Guillermo y Kate Middleton, mientras llueven apuestas sobre el color del sombrero de la reina Isabel o sobre si su esposo Felipe se quedará dormido durante la ceremonia.

Un hombre de 55 años de California monta su tienda azul de campaña frente al hermoso templo construido hace diez siglos para poder felicitar los recien casados, que es su sueño. A unos pasos, un joven, Bruce, yacía acostado en un saco de dormir, dispuesto a quedarse hasta el viernes, cuando 1.900 invitados asistirán a la boda del príncipe, segundo en sucesión a la corona británica, con Kate Middleton.

Pero los alrededores de la Abadía no se han llenado sólo de carpas, turistas y banderas, sino también de cámaras y grabadoras de cientos de periodistas del mundo entero.